Fotografía: Patricia RuedaEl clásico del cine mudo Metrópolis se sube a las tablas del Canal, de la mano de la compañía aragonesa Teatro Che y Moche. Durante 3 días los madrileños han podido disfrutar de esta versión, adaptada por Joaquín Murillo, y coreografiada por Elia Lozano.
“Sin poesía no existe el teatro”, así de contundente se ha mostrado Albert Boadella, director artístico de los Teatros del Canal al asegurar que la poesía “se encuentra en la propia película, no solo en el contenido sino también en la forma. Poesía, danza y música. Tres elementos indispensables en este montaje”.
Fotografía: Patricia RuedaPara Murillo “la magia con la que cuenta este espectáculo es la generosidad con la que se dan los artistas”. Durante una hora los actores “cuentan una historia con su cuerpo y con su rostro”, tal y como afirmaba la coreógrafa de este espectáculo. Porque aquí al igual que en el clásico de Fritz no se habla, ese vacío lo llenan con el movimiento unas veces sinuoso, otras inquietante o apasionado los interpretes; con la música en directo, con una partitura de nueva creación del compositor Víctor Rebullida; y con la imagen, una serie de diapositivas que sirven para apoyar la interpretación de los artistas, al igual que ocurriera en la obra de Fritz.
Fotografía: Patricia RuedaEl montaje, galardonado en 2010 con el premio MAX al mejor espectáculo revelación, aúna música y danza, para reflejar una gigantesca ciudad donde todos los trabajos son realizados por máquinas enormes, manejadas por un "ejército" de esclavos, mientras la clase dominante vive en la superficie.
La lucha de clases, el poder y la traición son los ingredientes de este clásico, donde el amor será lo único que consiga unirlos.
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